Las primeras noticias que tenemos de Son Vich de Superna se remontan al año 1.236 cuando recién conquistada Mallorca por el Rey D. Jaume I el Conqueridor, éste en premio a la colaboración y ayuda en dicha conquista, cede dichas tierras en el valle de Superna al caballero Ludovico de Vic, llamando a la finca o possessió desde entonces Son Vich de Superna.
Después de varios propietarios, fue la familia Moragues-Monlau a mitad del Siglo XIX quien reformó las edificaciones tal y como se encuentran hoy en día. Todas ellas están construidas con la piedra caliza extraída del mismo valle. Las casas principales se empezaron a construir en 1895, finalizando las obras en 1900 y realizándose junto a ellas uno de los mejores jardines románticos de la isla de Mallorca. Dichos señores ya plantaron vides, entre el torrente y las casas, y hacían vino para autoconsumo. La explotación agrícola se basaba principalmente en el aceite y una explotación ganadera.
La familia Sampol-Massanet, la adquirió en 1981 y remodeló el sistema productivo apostando principalmente por las vides, con abundantes naranjos, olivos, ovejas y gallinas, y devolviendo al jardín su antiguo esplendor, siguiendo con las tradiciones ancestrales mallorquinas, como la matanza del cerdo.